DIGI el némesis de las operadoras.
Como DIGI se transformo en el tercer operador de fibra en España, porque y cual es la razon.


DIGI supera a Vodafone y se convierte en el tercer operador de fibra en España: el modelo low cost que revoluciona el mercado
Con una estrategia agresiva de precios bajos, promociones directas y expansión territorial constante, DIGI ha alcanzado el tercer puesto en el ranking de operadores de fibra óptica en España. Ni la fusión de Orange con MásMóvil ni las marcas low cost de Movistar han frenado el ascenso de la compañía de origen rumano.
DIGI ya no es una promesa disruptiva: es una realidad consolidada. Según los últimos datos del mercado, el operador ha desbancado a Vodafone en número de líneas de fibra y se posiciona como el tercer operador del país, solo por detrás de Movistar y Orange. Este crecimiento sostenido ha sido impulsado por una oferta clara: precios radicalmente bajos, sin letra pequeña, ni permanencias, ni paquetes forzados.
Un modelo que conecta con el consumidor
Mientras las grandes operadoras se enredaban en paquetes convergentes y tarifas complejas, DIGI apostó por la sencillez. Fibra de 1 Gbps por menos de 20 euros o su tecnología de fibra de 10GB a 25€, móviles con datos ilimitados a 15€, y un marketing directo que habla el idioma del consumidor común.
Este enfoque ha calado especialmente en un contexto de inflación y aumento del coste de vida. Muchas familias y jóvenes ven en DIGI una alternativa fiable y asequible sin comprometer velocidad ni cobertura. Además, la compañía ha invertido en su propia red de fibra (la llamada “Fibra SMART”), lo que le permite mejorar márgenes y ampliar presencia sin depender de terceros.
La reacción de los grandes: ¿demasiado tarde?
Los operadores tradicionales han respondido lanzando marcas secundarias: Movistar con O2, Orange con Simyo y Vodafone con Lowi. Además, la reciente fusión de Orange y MásMóvil buscaba precisamente frenar el avance de DIGI y fortalecer su presencia entre los clientes más sensibles al precio.
Sin embargo, estas marcas low cost aún están supeditadas a estrategias corporativas más conservadoras. A menudo sus ofertas no alcanzan la agresividad comercial de DIGI, y sus campañas no generan el mismo nivel de cercanía o viralidad.
Un marketing más cercano y efectivo
DIGI no ha necesitado grandes campañas de televisión ni patrocinios millonarios. Su crecimiento se ha apoyado en el boca a boca, redes sociales, promociones continuas y una política transparente que ha generado confianza. A diferencia de sus rivales, rara vez modifica tarifas o aplica subidas anuales.
Mientras tanto, los gigantes intentan mantener su ARPU (ingreso medio por usuario) con productos añadidos como televisión o plataformas de streaming, algo que el cliente medio de DIGI no busca.
¿Qué viene ahora?
DIGI no solo crece: incomoda. Ha obligado a todo el sector a revisar su modelo. Y aunque los grandes aún dominan en ingresos y cuota global, la batalla por el cliente de fibra está cambiando de manos. Si el ritmo se mantiene, no es descabellado imaginar a DIGI aspirando al segundo o primer puesto en los próximos años.